En la guerra hay traiciones que, comparadas con nuestras traiciones humanas en épocas de paz, resultan infantiles. El nuevo amor irrumpe en los hábitos del otro. Todo queda destruído y se ve desde una nueva perspectiva. Para ello se recurre a frases nerviosas o tiernas, aunque el corazón es un órgano de fuego.Una historia de amor no versa sobre aquellos cuyos corazones se extravían, sino sobre quienes tropiezan con ese hosco personaje interior y comprenden que el cuerpo no puede engañar a nadie ni nada: ni la sabiduría del sueño ni el hábito de la cortesía. Es un consumirse de uno mismo y del pasado.
Michel Ondaatje, El paciente inglés