Lucha por la identidad de género: la historia de gabriela mansilla y luana

En julio de 2007, Gabriela Mansilla dio a luz a dos mellizos a los que llamaron Manuel y Elías. Desde el principio, se les asignó un género masculino y se les crió de acuerdo con las expectativas tradicionales de lo que significa ser un niño. Sin embargo, a medida que crecían, se hizo evidente que Manuel no se sentía identificado con el género masculino. A los dos años, empezó a decir yo nena, yo princesa y a los cuatro años, decidió que su nombre era Luana y que solo respondería a ese nombre. Gabriela y su familia se enfrentaron a una lucha larga y difícil para que Luana pudiera vivir de acuerdo con su identidad de género.

En este articulo de Gabriela hablaremos sobre
  1. El proceso de transición de Manuel a Luana
  2. El camino hacia la libertad de Luana
    1. El desafío de crear un entorno inclusivo

El proceso de transición de Manuel a Luana

El proceso de transición de Manuel a Luana no fue fácil. Gabriela y su familia tuvieron que enfrentarse a la falta de comprensión y apoyo de las instituciones y de la sociedad en general. Se encontraron con médicos que no entendían la identidad de género de Luana y colegios que no sabían cómo abordar su situación. A pesar de la existencia de leyes y normativas que protegen los derechos de las personas trans en Argentina, todavía existe una falta de reflexión social sobre las posibilidades de ser y estar en el entorno fuera del binario dicotómico de género.

En 2013, Luana se convirtió en la primera niña trans en recibir un documento nacional de identidad (DNI) que reconocía su identidad de género. Esto significó un gran avance en la lucha por los derechos de las personas trans, pero todavía queda mucho por hacer. Muchas familias no encuentran apoyo en los colegios y en los profesionales de la salud, y las niñeces trans siguen enfrentándose a situaciones de discriminación y violencia.

El camino hacia la libertad de Luana

A pesar de los obstáculos, Luana ha seguido adelante y está cursando el segundo año del secundario. Le encanta actuar y se imagina como actriz o profesora de matemáticas. Recientemente, decidió rechazar los bloqueos de la pubertad y permitir que su cuerpo se desarrolle de acuerdo con sus características sexuales propias. Luana se acepta y se ama a sí misma tal como es, sin conflicto con su cuerpo.

El desafío de crear un entorno inclusivo

La historia de Gabriela y Luana es un testimonio de la lucha por la aceptación y la igualdad de derechos de las personas trans. A pesar de los avances logrados, todavía queda mucho por hacer para crear un entorno en el que todas las niñeces y adolescencias travestis trans puedan vivir libremente y sin miedo. Es necesario que las instituciones educativas y los profesionales de la salud estén preparados para abordar las necesidades de las personas trans y que se promueva una reflexión social que vaya más allá de las ideas preconcebidas sobre el género y el sexo.

gabriela mansilla y luana - Quién es Luana la niña transgenero

La historia de Gabriela Mansilla y Luana es un ejemplo de la lucha por la identidad de género y la búsqueda de una sociedad más inclusiva. A través de su valentía y perseverancia, han logrado abrir camino para muchas otras personas trans. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para garantizar que todas las niñeces y adolescencias travestis trans puedan vivir plenamente su identidad de género sin enfrentarse a discriminación y violencia.

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