Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga, fue una destacada poeta y diplomática chilena. Nacida el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile, Mistral se convirtió en la primera escritora latinoamericana en recibir el premio Nobel de Literatura en 194Su poesía, profundamente emotiva y con una sensibilidad única, ha dejado una huella imborrable en la literatura hispanoamericana.
Qué piensa Gabriela Mistral de la Biblia
La obra de Gabriela Mistral está impregnada de una profunda religiosidad y espiritualidad. La autora tenía una estrecha relación con la Biblia y en sus escritos se pueden apreciar numerosas referencias y reflexiones sobre las enseñanzas y personajes bíblicos.
En el poema oración a jesús crucificado, Mistral expresa su devoción y admiración hacia Jesucristo y su sacrificio en la cruz. A través de sus versos, la autora muestra una conexión íntima con la figura de Jesús y su sufrimiento, y expresa su profundo amor y respeto hacia él.
Poema a Jesús crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Este poema, escrito en forma de oración, revela la profunda fe de Gabriela Mistral y su admiración por Jesús crucificado. La autora reconoce que no es el cielo o el infierno lo que la mueve a amar a Dios, sino el amor incondicional que siente hacia él. A través de su poesía, Mistral nos invita a reflexionar sobre el significado del amor divino y la importancia de la fe en nuestras vidas.
Oración a Jesús crucificado en su Calvario
En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y sólo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta. Amén.
En este otro poema, oración a jesús crucificado en su calvario, Gabriela Mistral se dirige directamente a Jesús y expresa su admiración y respeto por su sufrimiento en la cruz. La autora se siente avergonzada al comparar sus propias dificultades con las de Jesús, y reconoce que su dolor es insignificante en comparación con el suyo. A través de estos versos, Mistral nos invita a reflexionar sobre la importancia de la humildad y el reconocimiento de nuestra propia fragilidad frente al sacrificio de Jesús.
Oraciones a Jesús crucificado para darle las gracias por su sacrificio
Gabriela Mistral también nos regala una oración de agradecimiento a Jesús crucificado, en la que expresa su gratitud por el amor y la misericordia de Dios. En esta oración, la autora reconoce la importancia de la fe y el amor divino en su vida y agradece a Jesús por su sacrificio en la cruz.
¡Padre bueno, pongo toda mi confianza en ti, y te bendigo, y te alabo, y te glorifico y te doy gracias! ¡Gracias por la fe, gracias por tu amor, gracias por tu misericordia, gracias por los milagros que haces cada día en mi vida, gracias por la vida, gracias por las personas que has puesto a mi lado, gracias por mis capacidades, gracias por los problemas que me hacen crecer, tomar la Cruz junto a Tu Hijo y acercarme más a ti!
Esta oración nos invita a reflexionar sobre la importancia de agradecer a Jesús por su sacrificio en la cruz y por todas las bendiciones que recibimos en nuestras vidas. Gabriela Mistral nos enseña a reconocer la presencia de Dios en cada aspecto de nuestra existencia y a expresar nuestra gratitud por su amor y misericordia.
Oración a Jesús crucificado después de la comunión
La comunión es un momento de profunda conexión con Jesús y de agradecimiento por su sacrificio. En esta oración, Gabriela Mistral nos invita a contemplar las llagas de Jesús y a reflexionar sobre el dolor que sufrió por nosotros.
Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu divina presencia.Te ruego, con el mayor fervor, que imprimas en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de los pecados y propósito firme de jamás ofenderte.
A través de estas palabras, Mistral nos anima a renovar nuestra fe y devoción hacia Jesús después de recibir la comunión. Nos invita a reflexionar sobre el significado de su sacrificio y a comprometernos a vivir de acuerdo con sus enseñanzas.
Oración de entrega a Jesús crucificado
Finalmente, Gabriela Mistral nos regala una oración de entrega a Jesús crucificado, en la que nos invita a entregarle por completo nuestra vida y confiar en su amor y gracia. Reconoce que todo lo que tenemos y somos proviene de Dios y nos anima a rendirnos a su voluntad.
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Vos me disteis, a vos, Señor, lo torno.Todo es vuestro: disponed de ello según tu voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que éstas me bastan. Amén.
Esta oración nos invita a reflexionar sobre la importancia de entregarnos por completo a Jesús y confiar en su plan para nuestras vidas. Gabriela Mistral nos enseña a rendirnos a la voluntad de Dios y a confiar en su amor y gracia.
Los poemas de Gabriela Mistral a Jesús crucificado reflejan su profunda fe y devoción hacia él. A través de su poesía, la autora nos invita a reflexionar sobre la importancia de la humildad, el agradecimiento y la entrega a Dios. Sus versos nos mueven a contemplar el sacrificio de Jesús en la cruz y a reconocer la importancia de la fe y el amor divino en nuestras vidas.