En el ámbito de la educación, el juego ha sido reconocido como una herramienta fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas. En este sentido, Gabriela Valiño se ha destacado como una experta en la implementación del juego como estrategia de aprendizaje en la educación inicial.
El juego como objetivo prioritario en la educación
Desde sus orígenes, la Educación Inicial ha estado asociada a la imagen del juego como meta por excelencia. Actualmente, las leyes de Educación Nacional y Provincial incluyen el juego como objetivo prioritario para lograr el desarrollo integral del niño. El juego se reconoce como un contenido de alto valor cultural que contribuye al desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social de los niños y niñas.
Según Ana Malajovich, reconocida experta en educación, el juego es el patrimonio privilegiado de la infancia y uno de sus derechos inalienables. Además, destaca que la escuela no solo debe respetar este derecho, sino también favorecer su despliegue a través de diversas situaciones que permitan su desarrollo.
En este contexto, Gabriela Valiño ha trabajado en colaboración con el Ministerio de Educación para garantizar el derecho al juego de todos los niños y niñas. Como parte de esta labor, se ha planificado la entrega de juegos de patio en diferentes jardines de infantes de la provincia. Estos juegos incluyen elementos como hamacas, toboganes y calesitas, que permiten a los niños explorar, dar sentido al entorno que los rodea, potenciar su imaginación y creatividad.
La directora provincial de Nivel Inicial, Nancy Diaz, explica que promover el juego en la educación inicial es esencial para la enseñanza y el aprendizaje. El juego permite a los niños y niñas desarrollar habilidades, explorar su entorno y construir conocimiento de forma lúdica y significativa. Dotarlos de los recursos necesarios para jugar resulta fundamental en este proceso.
El trabajo de Gabriela Valiño se ha enfocado en promover el juego como contenido en sí mismo, reconociendo su valor cultural y su capacidad para potenciar el desarrollo integral de los niños y niñas. Comprender el juego como parte de la cultura implica reconocer que es un contenido que se aprende y, por lo tanto, se enseña.
La importancia de comprender el juego desde diferentes perspectivas
Patricia Sarlé, reconocida especialista en educación, invita a comprender las infancias a través de sus juegos desde diferentes perspectivas y sentidos. Propone mirar los espacios como elementos que facilitan o complejizan las experiencias de juego.
Según Sarlé, como educadoras y educadores, es importante no solo mirar lo que los niños y niñas hacen, dicen o juegan, sino también poner atención y otorgarle un sentido particular a estas acciones. Los niños y niñas pequeños tienen formas diferentes de acercarse al conocimiento y al entorno simbólico que los rodea, y el juego es una de las formas en que construyen sentido sobre la realidad.
La Dra. Sarlé destaca la importancia del espacio en relación con el juego. No se refiere solo al espacio físico, sino también al espacio vinculado con la vivencia y el modo en que nosotros vivimos el espacio. Según la perspectiva reggiana, el espacio puede ser considerado como el tercer educador, junto con los adultos y los materiales.
Además, Sarlé resalta la importancia de los lenguajes expresivos y poéticos en los procesos de aprendizaje, ya que contribuyen a redefinir la percepción estética como estrategia cognitiva. También hace hincapié en el concepto de lugaridad, es decir, el significado que otorgamos y evocamos en los lugares que habitamos, incluyendo las escuelas.
En relación con el juego, Sarlé menciona la experiencia de Anji Play, a cargo de Miss Cheng Xueqin, quien diferencia entre riesgo y peligro en las actividades de juego. Según Xueqin, el riesgo es un sentido con el que los niños abordan las propuestas lúdicas, y es necesario permitirles explorar y enfrentar desafíos para su desarrollo.
Gabriela Valiño se destaca como una experta en educación y juego como estrategia de aprendizaje. Su trabajo se enfoca en promover el juego como contenido en sí mismo, reconocer su valor cultural y garantizar el derecho al juego de todos los niños y niñas. Además, se suma a la visión de Patricia Sarlé en cuanto a comprender el juego desde diferentes perspectivas y entender el espacio como un elemento fundamental en las experiencias de juego.